SIN COLOR EN EL TERCER TIEMPO

CADETES DE TERCER AÑO: ni se sabe; CADETES: poquita cosa

No hubo color; los chavales trataron de sorprender alineando a Alvaro, relajado después de haberse "fumado" el partido de la mañana por una supuesta lesión; y colocando a Hugo al costado de Juanito; pero los de tercer año bien dirigidos desde el banco por José Carlos y Oscar hicieron gala de muy buen hacer durante todo el encuentro y una deportividad exquisita al hacer pasillo a los campeones a la entrada del comedor.

Poco trabajo para Taboada, que hasta tuvo tiempo para dejar el coche inmaculado mientras el dúo Romero-Tino se ha revelado como un tándem de peso, controlándose mutuamente el estomago; digo cubriéndose las espaldas para que en la zona de creación Franco pudiese hacer números sirviendo a Ricardo que con calidad de orfebre centra para que magistralmente en plancha, Berri se lleve el jamón asado al "coleto".

La inyección de moral fué aprovechada por José Luis, siempre al quite por si bajaban las defensas de los mayores que en la recámara tenían a Juan para reparar cualquier molestia bucal que su equipo pudiese padecer en el fragor de la lucha.

Muy atentas las mamás, respaldando a sus retoños cuando éstos , timidamente, solicitaron el antidoping y la inclusión del omeoprazol como sustancia dopante.

La protesta no prosperó y entonces han osado retar a los mayores a un duelo en el terreno de juego, por lo que incorporamos una nueva encuesta:

¿Debe haber partido Cadetes-Cadetes de tercer año.

El momento emotivo del choque se produjo cuando los dos capitanes; Pablo Carabán y Carlos Franco entregaron a Mallou y a Manolo una foto del equipo con las firmas de los jugadores (Mauro y Jorge caeros por el entrenamiento para firmar).